domingo, 18 de diciembre de 2011

Y perdimos nuestra intimidad

Todo cambia y avanza tan rápidamente que a veces es difícil percartarse de sus consecuencias. Cada vez le tengo menos gusto a las redes sociales porque me doy cuenta de que no suponen un elemento tan positivo como el que pensaba anteriormente. Estar en contacto con los demás y poder localizar a gente con la que compartiste un momento de tu vida es una buena base sobre la que lograr el éxito. Sin embargo, ahora en la red está una gran cantidad de información sobre todas las personas que lo utilizan. Los amigos, lugares a los que sales, gustos, forma de vestir, pensamientos, próximos planes..., en definitiva, todo lo que la persona quiera mostrar a los demás.

Recuerdo otros tiempos donde para conocer a alguien tenías que hablar y compartir una gran cantidad de horas. Ahora, sólo con dedicar unos pocos minutos puedes conseguir descubrir todo eso. Creo que es una forma de agilizar las relaciones humanas, y más en esta época donde el tiempo es algo primordial y hay que hacer mucho ya que la vida es muy corta. Pero, ¿qué ocurrirá dentro de unos años? Realmente no quiero ni pensarlo.

El problema que planteo es que si una persona quisiera hacernos daño podría hacerlo con mucha más facilidad que antes. No me refiero solo a secuestros y cosas por el estilo, sino a poder utilizar la información que colocamos en nuestro tuenti o facebook en nuestra contra. Además, algunas empresas de trabajo también lo miran.

Hemos pasado de ser unos completos anónimos a pseudofamosos que nunca sabrán todas las consecuencias que tuvo caer en esta gran red.

No hay comentarios: