domingo, 9 de septiembre de 2012

Un café y una magdalena

Él empezó la facultad lleno de ilusiones y de sueños por cumplir. Sin embargo, nunca se imaginaría lo que aquel día iba a suceder en su interior. Las manecillas del reloj de la cafetería estaban a punto de señalar las once de la mañana y entonces el tiempo se detuvo completamente. Su estomago se encogió y empezó a notar un aumento de las pulsaciones de su corazón. Nunca le había pasado eso. Jamás había sentido esa sensación. Ella tan solo cruzó una mirada con él mientras se acercaba a la barra para pedir algo. Apenas dos segundos que nunca se le olvidarían.

Todas las mañanas sucedía algo parecido. Él estaba sentado en una silla junto a las mesas del comedor. A veces estaba acompañado de gente de la que finjía interesarse durante unos minutos sobre las palabras que salían de sus bocas. En otros momentos, se encontraba solo con un pequeño periódico que le servía para poder camuflar la vergüenza que le producía su soledad. Pero conforme se acercaban la hora su cuerpo se estremecía. Los latidos de su corazón indicaban la cercanía de los pasos de ella.

Siempre llegaba y hacía lo mismo. Se sentaba en uno de los taburetes junto a la barra y pedía un café y una magdalena. Había días que conversaba con el camarero de una manera agradable. Otros que parecía distante, como si una gran barrera separara todo lo que había a su alrededor. Nunca pudo escuchar su voz pues a esa hora había mucha gente en la cafetería que creaba un muro de sonidos que impedían que él la pudiera conocer mejor.

Los días pasaron sin que el tiempo se detuviera. La lluvia, la caída de las hojas, el frío, las primeras flores, todo cambiaba fuera de aquel lugar pero el chico permanecía inmóvil. El miedo se transformaba en unos grilletes que le ataban a su silla. Era esclavo de sus emociones y de su falta de seguridad. Siempre se lamentaba al no poder acercarse a ella. Era tan guapa que pensaba que le rechazaría, que no pasaría ni un minuto hablando con él.

Terminó el curso y durante el verano no dejó de pensar en la cantidad de oportunidades que había perdido. Por ello, se prometió que el primer día de universidad iría a hablar con ella. Empezaron las clases pero nunca volvió a encontrarla. Había desaparecido de la faz de la facultad. Un día se acercó al camarero y preguntó por ella. El camarero le miró con una sonrisa jugetona pues sabía que a él le gustaba. Ella estaba muy lejos porque había decidido irse a estudiar fuera y difícilmente podría volver allí.

Un café y una magdalena. Eso era lo único que él se atrevió a saber de ella.

Moraleja: A veces hay que atreverse a enfrentarse a las situaciones que plantea la vida, ya que como situaciones pueden acabarse antes de que uno decida actuar frente a ellas.

sábado, 16 de junio de 2012

¿Amor a primera vista?

"Me enamoré nada más verla", "Pasó a mi lado y aparecieron mariposas en mi estómago", "No le conozco de nada pero estoy totalmente enamorada"...

Durante mi corta existencia de no más de 23 años he escuchado en más de una ocasión frases muy parecidas a las anteriores. Quiero dejar claro que voy a expresar mi opinión y no afirmo que sea objetiva ni verdadera. Simplemente es mi manera en la que interpreto mi realidad y más concretamente el amor.

Tenemos cinco sentidos que nos permiten percibir una gran cantidad de sensaciones. Algunas son más fáciles de percibir, por ejemplo el color de una determinada prenda de ropa. Otras parecen más confusas. Un ejemplo de ello pueden ser las sensaciones que nos transmiten los demás. Es curioso que hay personas que sin haber hablado nada con ellas nos transmiten dulzura, confianza, pasión, maldad... No sabemos dar una razón objetiva. Pueden ser sus prendas de vestir, sus gestos, su mirada, su sonrisa o un sin fin de pequeños detalles que nos hacen etiquetar a una persona en una determinada categoría. Y no sólo eso, sino que también esa persona nos puede transmitir una cierta sensación que puede ser positiva, neutra o negativa.

Yo concibo al ser humano como una gran antena capaz de captar una gran infinidad de estímulos. Eso también puede hacer que sintamos una atracción sexual muy fuerte por una persona tan solo con verla una vez. Además, aun teniendo unos gustos físicos puede que aparezca una persona totalmente distinta, o incluso que no nos pueda parecer tan guapa o atractiva como otras persona que conocemos, pero sin embargo parece que la atracción que genera en nuestra mente es algo desorbitado.

Parece ser que son cuestiones químicas. Yo realmente no quiero ser reduccionista y quiero ir más allá. Todos tenemos nuestra forma de pensar y también unas preferencias hacia unas cosas u otras. Muchas de estas preferencias son elementos que no tenemos del todo ni controlados ni presentes. Por eso muchas veces nos llama la atención el sentirnos atraídos hacia alguien muy distinto a nosotros, o que no nos guste una persona que sería ideal según nuestros pensamientos.

Los sentimientos son difíciles de controlar pero sí pueden gestionarse. No podemos evitar que nos guste una persona al igual que es imposible olvidarnos inmediatamente de alguien que nos ha dejado tocados emocionalmente. Podemos ir gestionando esas sensaciones e ir poco a poco cambiando. Si una persona se cruza ante nosotros y hace que empezamos a sentir determinadas sensaciones entonces puede ser que se produzca esa atracción. En ese momento lo único que sabemos es que la otra persona nos hace sentir algo que no logramos a comprender. Pero si nuestra cabeza empieza a generar expectativas y se dedica a idealizar a la otra persona entonces se puede generar un sentimiento de algo más que pura atracción.

Nuestra mente tiene que intentar equilibrar esa sensación extraña y agradable y darla cierto sentido. El modo más fácil de dárselo es hacernos creer que esa persona que nos transmite esas sensaciones es una persona que encajaría perfectamente con nosotros, que podría ser una potencial pareja, etc... Muchas veces puede pasar y darse ese caso, pero otras muchas podemos estar totalmente equivocados. 

Lo que queda claro es que la persona nos atrae y genera una serie de elementos que hace que nos estremezcamos. Pero creo que para enamorarse verdaderamente de algo o alguien hay que conocer profundamente el elemento hacia el que sentimos algo. Yo no creo en el amor a primera vista porque concibo el amor como un sentimiento que se construye en el tiempo. Creo que lo que ocurre es una mezcla de atracción personal junto a expectativas positivas hacia esa persona. Tal vez sea muy complejo pero veo muy simple el enamorarse de una persona de la que no sabes ni como piensa ni como actua.

En conclusión, creo en la atracción a primera vista y muchas veces queda totalmente fuera de nuestras manos. A veces puede ser compartida por la otra persona y otras veces no. Depende de elementos químicos, psicológicos, fisiológicos y otros que escapan a todos tipo de conocimientos que fueran desarrollados anteriormente.

Consejo: Si te enamoraste a primera vista entonces mi recomendación es que te gradúes bien la mente.

domingo, 20 de mayo de 2012

CC (Celos y Cuernos)

¿Eres celoso verdad? ¿Te preocupa que tu pareja esté por ahí de fiesta? ¿Eres inseguro y no te gusta que salga y conozca gente del sexo opuesto? ¿No crees en la amistad entre sexo opuestos?....

Los celos es uno de esos temas que suele aparecer en cualquier relación humana. Es un fenómeno muy curioso ya que su aparición prolongada como su total ausencia pueden convertirse en problemas. Pero, antes de nada, debemos darle una definición a este concepto. Los celos son una mezcla de ideas y emociones que se traducen en un pensamiento de malestar por el que creemos que una persona (amigo, pareja, familiar...) presta más atención a otro elemento que a nosotros. En el caso de hoy, ya que hablamos de amor, se referirían a cuando pensamos que nuestra pareja puede sentirse atraid@ por otra persona, lo que significa que la relación puede romperse en cualquier momento.

Clasificar a las personas bajo la dicotomía celosos o no celosos es un gran error. Todos los adjetivos se miden por grados. Ahora hay que preguntarse qué sería lo normal y hasta qué punto ser celoso podría convertirse en un problema.

Desde mi opinión creo que tener un poco de celos es tan natural como normal. Total ausencia de celos puede indicar confianza extrema pero muchas veces puede mezclarse con la indiferencia. Cuando estás enamorado de alguien o tienes un vínculo muy fuerte con una persona es normal tener cierto temor a que esa relación se acabe. Lo que hay que intentar es no transformar esa inseguridad en una serie de actos que puedan debilitar poco a poco la relación. El control sobre las acciones de tu pareja sólo puede llevar a que ella o él tengan más ganas de enfrentarse a dichas cadenas, y en el caso de los celos la única forma de liberarse es siendo infiel.

El problema es que hoy en día la confianza es muy difícil de conseguir en una relación. Y la fidelidad sólo se consigue en muy pocas relaciones. Hoy en día hay muchas facilidades para caer en las garras de otra persona. Hasta las mejores relaciones se pueden ver mermadas por una noche de fiesta. La pregunta no es porqué somos infieles, la pregunta sería qué nos lleva a ser fieles. Encontrar a una persona fiel es muy complicado en una sociedad donde se ponen todas las facilidades para no serlo. Todo ello se relaciona con que hoy en día prima el modelo de la felicidad personal, y eso implica que en el momento que encontremos algo que nos haga sentir más felices lo que haremos será ir a por ello dejando lo viejo.

Si tu estás en una discoteca, con tus dos copas y empiezas a hablar con alguien atractivo del sexo contrario no estás haciendo nada malo. Si esa persona empieza a tontear contigo tampoco haces nada malo. Puede que la otra persona te halage e intente hacer algo y tu seguirla un poco el juego, no haces nada malo. Puedes sentir que te lanzarias a besar a esa persona pero no lo haces porque tienes pareja asi que no haces nada malo. Tontear es sano y mientras no beses a nadie no hay problema, no haces nada malo. Pero, si vieras a tu pareja haciendo eso, ¿cómo te sentirías?

Muchas veces nos dejamos llevar por el momento y no nos damos cuenta de nuestras acciones. Muchas veces la palabra infidelidad sólo se relaciona con besar o acostarse con alguien. Realmente puede ser más infiel la persona que fantasea con alguien y que está obsesionada con esa persona que la que se lia un día con un desconocido en una discoteca. Todo esto se traduce en que la mayoría de parejas está por miedo a estar solo. Y dichas relaciones se acaban cuando una de las dos personas conoce a alguien que le haga sentir mejor y que le ofrezca otro tipo de cosas.

Nunca hay que dejar que los celos se apoderen de la relación y hay que dar ese espacio de confianza y respeto a la intimidad de la otra persona. Siempre nos pueden engañar pero el control nunca llevará a que la otra persona sea fiel. Quizás es mejor dejar que la otra persona explore y se de cuenta de lo que quiere realmente. O puedes tener una pareja flexible en la que cada uno pueda tener sus aventuras. Hay muchas soluciones para evitar los celos. Los cuernos también se relacionan con que tu pareja esté y se sienta bien contigo, si consigues eso es muy difícil que te veas bajo una situación de infidelidad. ¿Así evitarás los cuernos? Pues probablemente no. Pero si eliges no ponerlos y ser fiel tendrás no sólo la conciencia tranquila, sino la certeza de que realmente apotaste por la otra persona. 

El principal problema es que hoy en día dejamos de apostar por los demás y centramos toda la visón en nosotros mismos. Las personas que valoran y cuidan lo que tienen son realmente a las que debemos entregar nuestras emociones.

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Príncipes azules?

Él la conocía bastante bien. Realmente el adjetivo bien podía quedarse corto. Había compartido con ella numerosas tardes de sonrisas y alegrías. Paseos bajo los rayos del sol y las gotas de lluvia. Muchos cafés en distintos bares, muchas conversaciones... Un universo de pequeñas historias que le hizo descubrir lo que realmente pensaba y sentía sobre cualquier tema de la vida. Él en un principio sólo la veía como una amiga. El cariño rodeaba aquella bonita amistad. Él no era una persona que ligara demasiado, siempre lo dejaba en un segundo plano. Ella tenía mala suerte con los chicos. "Sólo quiero un príncipe azul"... Esa frase se la dijo numerosas veces tanto sonriendo como llorando. "Sólo quiero que me traten bien, estoy cansada de siempre lo mismo". Él no entendía como siempre se equivocaba... estaba todo muy claro. Era el mismo tipo de chico el que le gustaba. Divertido, fanfarrón, con toques de superioridad... pero sobre todo alguien que la veía muy inferior, que para esa persona ella sólo era un clinex con el que divertirse hasta que se desgastara. Cuantas noches tuvo que abandonar el mundo de los sueños para atender a las llamadas de ella.

Cuántas veces puso su hombro y escuchó aquellas experiencias que resultaban tan repetitivas como infantiles. Era una y otra y otra vez lo mismo. Él no lo terminaba de entenderlo. Siempre le decía que tenía que fijarse en otro tipo de chico, que se fijara en cómo le habían ido las cosas. Ella se tranquilizaba y suspiraba. Alguna vez le dijo "Tú si que eres el novio perfecto, ojalá estuviera con algún chico como tú". Él nunca supo cómo interpretar eso. Es cierto que no era la primera ni sería la última chica que le dijese que sería la pareja perfecta, o por lo menos un buen candidato. Pero él estaba solo. Para él era una sensación extraña el estar rodeado de halagos que no se traducían en nada más que en un sinfín de ilusiones y sueños rotos. Cada vez que conocía a una chica se daba cuenta de que era totalmente opuesto a lo que una chica quería. Cada vez que salía de fiesta se daba cuenta de que era el último de sus amigos que se quedaba sin ligar, o incluso el único que no lo hacía. Todo el mundo señalaba que era una buena persona, que era buen partido y que físicamente no era para nada feo.

"¿Qué me pasa?" se preguntaba él una y otra vez sin poder dormir. "¿Por qué si tengo tantas cosas buenas no gusto a nadie? ¿Por qué los chicos que tratan fatal a las chicas acaban rodeados de ellas?" Sus dudas se fueron desvaneciendo con el paso del tiempo. Poco a poco se dio cuenta como funcionaba la sexualidad de la mujer. Se dio cuenta de que el gran error era utilizar lo que él pensaba que le haría sentir feliz a una mujer. Tratarla bien, apoyarla, escucharla... todo eso eran cosas que realmente hacen sentir feliz a una mujer sí, pero también consiguen que te vean tan varonil como a un bebé. Había pocas posibilidades de gustar a una mujer si las trataba de manera natural. La gran mayoría le veía como un buen amigo, un apoyo, o como mucho una almohada a la que abrazar antes de dormir. Mientras tanto veía a los chicos que se llevaban a las chicas que le interesaban. Todos eran iguales. Sólo se encargaban de bajar el autoestima de ellas, de vacilarlas, zarandearlas emocionalmente y por arte de magia ellas se desvivían una y otra vez por aquellos maltratadores emocionales. "Sé que no es el mejor chico del mundo... Sé que es un cabrón... Pero es que me da muchísimo morbo" "Seguro que conmigo será distinto"...

Él empezó a relacionarse con otro tipo de chicas. Chicas que lo habían pasado mal y que estaban cansadas de malas experiencias. Chicas llenas de inseguridades, de problemas psicológicos y que exigían a su nueva pareja diez veces más que a cualquier experiencia anterior. Pero ellas se engañaban a sí mismas. Seguían sintiendo esa extraña atracción hacía el mismo patrón de chico. Sin embargo, se resignaban a volver con ellos debido a todo el dolor y sufrimiento que padecieron. No era un cambio, era una resignación. Él tenía ante sí un gran problema, una persona destrozada que estaría con él por conformismo. Y lo peor de todo es que en cualquier momento podría escapar hacia lo que siempre le había gustado.

Él pensó y pensó. Viajó, conoció, maduró y llegó al punto de darse cuenta de que su forma de ser era así. Podría modificarla para ligar. Podría modificarla para acostarse con cualquier chica, pero era incapaz de hacerle daño o de desestabilizar a una chica que quería. Llegó a la conclusión de que lo que él entendía como amor era eso: estabilidad y cariño. Muchas veces la gente confunde la estabilidad con la monotonía. Es un grave error porque son elementos que pueden ser totalmente contrarios. Un ejemplo es una buena amistad. Dicen que los amigos duran toda la vida, y nadie quiere tener a uno sin saber realmente lo que siente o hace por él. Por eso él decidió no cambiar. Él era así y seguiría conociendo chicas y teniendo experiencias. Sabía como muchas de ellas finalmente se irían hacia otras fronteras. Sabía que muy pocas podrían valorar y buscar realmente lo que él quería. Sin embargo, cuando llegara sería eternamente feliz. ¿La diferencia? La verdadera felicidad es aquella que reside en la estabilidad. Todas las chicas que conocía que estaban con chicos que las desestabilizaban emocionalmente no eran felices. Se sentían muy atraidas y su vida era un verdadero descontrol de lágrimas, sonrisas y orgasmos. ¿Podían ser  felices ante ese estado de sumisión? La respuesta era un rotundo no.

Cuando él finalmente encontró a ella pudo disfrutar de todo lo que no pudo hacer anteriormente. Tuvo tantos orgasmos y experiencias sexuales como el más famoso de los actores pornográficos. Disfrutó de cada instante, de cada segundo, de cada atardecer... Envejeció y finalmente murió junto a alguien que le quería y que le valoraba desde el primer minuto.Sin embargo, el resto de chicas que conoció vivieron sus relaciones entre cuernos y miserias y envejecieron bajo la tristeza y resignación.

Moraleja: Las reglas del amor no funcionan bajo ninguna lógica pero la única manera de ser verdaderamente feliz en este campo es encontrar a alguien que le ponga lógica al amor.

domingo, 29 de abril de 2012

Aunque lamento que todavía no estemos del todo preparados

El tiempo pasa y avanza y todo se torna de un tono tan negro como el carbón. No estamos atravesando un buen momento o eso se encargan de recordarnos todos los canales de televisión y medios de comunicación. Cada día parece que el objetivo es eliminar cualquier rastro de esperanza, cualquier atisbo de ilusión en las vidas de las personas que empleamos un tiempo en informarnos de cómo va todo. ¿Qué ocurre?, ¿Qué podemos hacer?... Nos encontramos sólos y perdidos sobre un precipicio en el que poco a poco una mano invisible nos va empujando hasta que caigamos sobre los abismos del vacío...

Si vemos la historia del ser humano podemos aprender mucho de nuestros aciertos y nuestros errores. El problema está en que hoy en día, bueno realmente una parte del problema, se basa en que las personas que tienen ese rol de cambiar las cosas (políticos, sindicatos, figuras importantes...) no están para nada comprometidos por su causa. ¿Por qué? Por el poder. El actual modelo que tenemos se basa en un modelo jerárquico donde el poder es lo más importante. ¿Nunca te preguntaste porqué muchos de los políticos de más alto nivel son unos verdaderos incompetentes? ¿Porqué ese cargo no está desempeñado por verdaderos expertos en la materia?... La respuesta es sencilla. Si quieres tener el poder debes rodearte de personas que nunca quieran quitártelo. A mi se me ocurren dos tipos de personas, o verdaderos amigos o completos idiotas y sumisos.

Y tal vez no nos demos cuenta de que el problema no se podrá solucionar en sus manos. Sólo será la unión de las nuestras lo que pueda conseguir arreglar las cosas. Lamentablemente nos han educado para no revelarnos, para dejar guiarnos por cualquier lider, aunque el gran objetivo de la educación y aunque parezca una gran contradicción ha sido para no pensar. No sabemos encontrar una respuesta y un modo de actuación. Ahora tenemos muchos medios de estar comunicados: redes sociales, televisión...; Sin embargo, no parece que tengamos clara la idea de qué hacer. Es más fácil guiar a un rebaño de ovejas dóciles y que no tengan ideas de como mejorar su vida aunque sea monótona y aburrida que a un rebaño de lobos que esté deseando liberarse de sus cadenas para vivir una vida mejor.¿Debemos actuar con violencia? La respuesta también es negativa. La violencia desacredita cualquier tipo de razonamiento o idea. La violencia es una imposición y es utilizada cuando nada más puede llevarse acabo. Espero que no acaben así los acontecimientos...

Pensemos. Se organiza un día de huelga general, pero porqué no se cambia ese día y se intenta ayudar a las personas que estén paradas. Se podría organizar recolectas comunes, donaciones de muebles, comida ,medicamentos... sería mucho más útil que salir a la calle y protestar a una serie de personas que no cambiarán nada. Da igual el color de su partido, da igual el lado político en el que se encuentren, ellos no harán nada. Sólo podemos ayudarnos entre nosotros, pero tampoco nos han enseñado a ello. Solo ayudamos a los más cercanos, a amigos, familiares, parejas, pero a veces ni eso. Hemos crecido en un modelo en el que prima la felicidad individual y nos hemos olvidado que la mejor felicidad es aquella que se puede compartir.

¿Qué ocurrirá? Tal vez sean momentos de cambio y esto tenga que hacer que nos replanteemos una vez más nuestra existencia. Y no en manos de Dioses ni de otros seres que nunca aparecerán en nuestra realidad. Debemos pensar en qué hicimos para llegar aquí, en todo lo bueno y lo malo... Debemos de tratar de cambiar las cosas y crear una nueva situación. Somos expertos en eso, en el cambio, en la creación de ideas... Y por ello tal vez deba ser el momento de dar un giro radical a nuestra manera de entender el liderazgo y la organización social, la ayuda, la generosidad... Aunque lamento que todavía no estemos del todo preparados.

domingo, 22 de abril de 2012

Día a Día

Me levanto cada mañana entre los sueños y las sábanas. Al principio cuesta abrir los ojos, pero poco a poco se van adaptando a la realidad. La primera sonrisa del día se pierde entre los cereales del desayuno. Después una ducha cálida para relajar el cuerpo. Caminar y disfrutar de los primeros rayos de sol. La ciudad se cuela por todos mis sentidos. Los sonidos de los coches y la gente por mis oídos. Los edificios y árboles por mis ojos. El chicle que saboreo entre mis dientes estimula mi gusto. Cada día es el mismo camino y cada día es aun más bello. Un nuevo detalle, una nueva persona, un cruce de miradas, una nube en el cielo... Una ciudad puede ser tan impresionante como un buen cuadro, por muchas veces que la mires nunca te cansarás de contemplarla. Intento disfrutar de cada momento, de cada instante. Conseguir que los demás sonrían y que los demás me hagan sonreír. Una comida, un trabajo, una conversación, todo puede ser tan rico como uno quiera. La rutina se puede romper utilizando la creatividad. Las mismas personas no es algo aburrido pues cada una de ellas supone un universo tan basto y grande de conocer que ni en diez vidas podrías recorrerlo plenamente. El cielo cambia y la luz del sol da paso al brillo de las farolas. La luna lo observa todo desde las alturas. La vuelta al hogar se realiza junto al cansancio del día. Espera una cena en casa junto a las personas que probablemente más quieras. Preguntas qué tal ha ido el día y compartes los momentos más importantes con ellos. Un vaso de leche caliente, un libro o una serie. Y la vuelta al lugar donde lo empezaste. La vuelta al mundo de los sueños, las ilusiones y las fantasías. Pero te olvidaste de algo, lo mejor de todo: mañana podrás volver a disfrutar aun más de lo todo lo que ayer hiciste.

domingo, 19 de febrero de 2012

Carta de Madrugada

Para ti

Sé que me estás leyendo. Lo sé porque pese a todo lo que acontecía a tu alrededor decidiste detenerte ante estas palabras. Ninguna riqueza podrá pagar los segundos que has pasado moviendo tus pupilas de izquierda a derecha mientras en tu mente sonaba el eco de tu voz. Por eso escribí esto. Tal vez hoy no es el mejor momento para que me escuches. Puede que no te encuentres en el rincón más cómodo para saborear este mensaje. Eso no importa. Si llegaste hasta aquí ha sido debido a un conjunto de elementos que no controlaste. ¿Destino?, ¿Azar?, ¿Voluntad?... Creo que la respuesta a esas incógnitas no tiene sentido aquí. Últimamente me pregunto por una gran cantidad de cuestiones. Dudas que puede que compartamos ahora o en otro lapso de tiempo. Tal vez en el pasado o tal vez en el futuro. Dudas respecto a uno mismo, sobre lo que podemos o no conseguir. ¿Podemos cumplir con las expectativas de los demás?, ¿Somos capaces de superarnos?, ¿Podemos vencer nuestras inseguridades?... Si no compartiste estas dudas conmigo puede que todo esto sea una burla para ti. Sin embargo, no creo que sea tu caso.

Seguro que habrás tenido un momento de flaqueza en el que te precipitaste sobre los abismos de la tristeza. Lo sé. Puede que fueras fuerte y no derramaras ninguna lágrima. Quizás nadie se enteró y fue tu sonrisa el mejor disfraz para que  nadie pudiera alcanzar tus verdaderos sentimientos. No pienso reprocharte eso, ni pienso hacerlo si te vuelve a pasar. Es lo más natural del mundo. Hasta las personas más duras que la tierra ha conocido se vieron alguna vez inundadas por sus propias lágrimas. ¿Crees ser débil por eso?. Yo creo que no lo eres.

Es solo un paso dentro de un conflicto. Cuando te sientes así crees que no vas a poder salir adelante. Sin embargo, un montón de engranajes se están moviendo en tu interior buscando otra solución. Ahora es cuándo tienes que ser fuerte. Prepárate para lo que en el interior de ti va a suceder. ¿Te acuerdas cuándo eras pequeño y te crecían los dientes?, ¿Te acuerdas cuándo aumentabas de estatura?... Sentías dolor físico pero el cambio era necesario. Ahora, o cuando sentiste o sientas este dolor, significa que es la oportunidad para ser algo mejor, para crecer, para madurar. No te desanimes y sigue luchando. Intenta reír, alegrarte, aprender de todo lo que ha pasado y parar la caída en picado. Te costará. Te dolerá. Pero si eres capaz de soportar todo este incordio, te aseguro, a ti, que serás mucho mejor de lo que antes eras. Te verás mejor y estarás más preparado para superar el futuro. Pues el poder que está en tu interior es inimaginable y si alguien te hace dudar de tu capacidad es porque esa persona desconoce hasta lo que él  mismo es capaz de hacer.

Gracias por pararte aquí. Te animo a que sigas luchando por tu felicidad, nunca te canses de hacerlo. Confia en ti y en tus posibilidades, pues son tantas y tan ricas que por eso el universo reservó una vida para ti.

jueves, 16 de febrero de 2012

Cuento de Verano

Cuentan las leyendas que un viejo Mago habitaba en uno de los rincones más misteriosos de un planeta llamado Afrak. Nadie podía ver el lugar con sus propios ojos, ya que un hechizo hacía que su localización fuera imposible a los sentidos de los seres que allí habitaban. El sitio era una majestuosa torre de muchísimos metros de altura. Tan impresionante era que hasta la punta del edificio se perdía en el interior de la oscuridad del espacio.

Allí, el Mago tenía una importante misión: crear las nubes que irían a todos los lugares del planeta y que permitirían que la vida continuara día a día. Los habitantes de aquel idílico lugar pensaban que la formación de nubes se realizaba a través de una serie de pasos que cualquier niño podría ser capaz de enunciar en una pequeña porción de tiempo. Sin embargo, era el Mago el encargado de crearlas en una de las zonas más recónditas de la torre. Además, consiguió crear un hechizo que permitía que las nubes fueran cambiado de forma cada cierto tiempo. Pero para que éstas lo hicieran deberían ser antes contempladas por los ojos de alguna persona, pues era la imaginación la que moldeaba como por arte de magia a la nube. Todo ello servía para que la gente utilizara la imaginación y creatividad, pues son dos de los pilares sobre los que se asienta la vida. Algunas veces que el Mago abandonaba la torre se dedicaba a viajar y a observar a las habitantes de Afrak. Se sentía muy satisfecho cuando la gente miraba al cielo y se detenía a contemplar las nubes.

Pero poco a poco los habitantes del planeta fueron creando y creando una multitud de objetos e ideas que les hicieron separarse de muchos elementos con los que antaño sonreían. Un entramado de ideas rodeaba sus mentes y todos se encontraban perdidos en un mundo abstracto donde la felicidad se alejaba segundo a segundo de sus mentes. El Mago estaba muy mayor y sabía que le quedaban sólo unos años de vida. Ahora debía elegir a alguien para que continuara con su labor, al igual que hizo el anterior Mago con él. Viajó por todos los rincones de aquel mundo y observó cómo sus habitantes estaban tan ocupados que ninguno miraba al cielo. Las nubes eran homogéneas y estáticas ya que ninguna imaginación se prestaba a transformarlas. Con cada paso que el Mago daba, su frustración y tristeza eran mayores. Sabía que si no encontraba a nadie el mundo desaparecería.

Muchas veces se preguntaba si un planeta en el que viviera gente así merecía la pena que siguiera existiendo. Un mundo donde la mayoría de personas había dejado de valorar aquellas cosas básicas y regaladas por la naturaleza. Un mundo donde lo creado tenía mucho más valor que aquello que existía ya desde hace miles de millones de años. El Mago, empleando un gran esfuerzo debido a su edad, se subía a lo más alto de la torre. Desde allí podía contemplar todas las nubes. Tenía la esperanza de que alguna cambiara, tenía la esperanza de encontrar a alguien que todavía pensara de una forma distinta a la mayoría.

En una noche de desesperación, el Mago rompió a llorar. Unas semanas restaban para el final de sus días y sólo podía contemplar cómo el mundo se iría tornando en el ocaso. Como todas las noches a esa hora se encontraba en la punta de la atalaya. Algo maravilloso pasó. Sus numerosas lágrimas se fundieron entre la oscuridad del universo y crearon extrañas formas. Millones de puntos brillantes aparecieron iluminando la oscuridad de la noche. El Mago se quedó asombrado ante la aparición de su mejor truco. De repente, las pocas nubes que había empezaron a cambiar como antes nunca lo habían hecho. Esa noche todo el mundo salió de sus hogares a contemplar el extraño milagro que había aparecido ante sus ojos. El Mago también se camufló entre ellos para disfrutar de aquella maravillosa estampa.

Muchos nombres escuchó el Mago durante la noche sobre qué eran esas cosas. Pero fue estrellas la palabra que más le gustó para llamarlas. Gracias a ellas, todas las noches, muchísimas miradas se perdían en el infinito imaginando qué serían y qué significarían. Pero no solo eso, la gente recuperó el interés en la naturaleza y volvió a levantar la vista hacia todo aquello que no era explicable por sus conciencias. El Mago consiguió encontrar a un aprendiz antes de su muerte y el ocaso del mundo se situó junto al olvido.

Y de este modo surgieron las estrellas. Cuya única misión fue la de iluminar los corazones de las personas que habían dejado de creer en la verdadera definición de la belleza: algo que nos absorbe sin poder explicar realmente la razón de porqué lo hace.

viernes, 20 de enero de 2012

No tenía nombre

No tenía nombre, eso no importaba. ¿Qué es un nombre? Una simple palabra bajo la que identificarnos, una mera etiqueta..., nunca me gustaron las etiquetas. Nos cruzábamos en algunas calles pero sus ojos nunca se paraban a responder el saludo de los míos. Un extraño mirando a otro extraño, a veces funciona, pero la gran mayoría de las veces solo una de las partes es la interesada en romper la lejanía. Sé que jamás podré saludarla, sé que jamás podré conocerla, el destino es una fuerza que se escapa de muy pocos libros y televisores. Los encuentros fortuitos son complicados para las calles y parques de la ciudad, sin embargo son sencillos para los bares y discotecas. Si te encontrara en un lugar de copas y me acercara a conocerte quizás me recibirías con una sonrisa, pero si te saludara en un parque pensarías que soy un loco, lamentablemente no frecuento los primeros sitios.

Dejamos de conocer a personas interesantes a cada paso que damos, nos cruzamos con tantos cada día, cada tarde, cada noche. Cada uno con sus sueños, ilusiones, miedos, amores…

Quizás sus ojos también querían conocer los míos, pero las barreras de la sociedad impidieron que el encuentro se produjera. No será ni la primera ni la última vez que pase, probablemente las personas más interesantes para nuestras vidas son aquellas que jamás hayamos conocido. Quizás nos enamoremos de quien podamos y no de quien realmente nos gustaría. Si evitáramos las normas, si evitáramos la frialdad, si diéramos un paso a nuestros sentimientos y nuestros impulsos probablemente nos equivocáramos en multitud de ocasiones, pero un solo acierto sería capaz de cambiar por completo la vida de cualquiera de nosotros.

viernes, 13 de enero de 2012

No me gusta este mundo

Es cierto que con este título lo primero que se piensa es en la negatividad o el pesimismo que puede estar inmerso en la persona que lo ha escrito. Sin embargo, y puesto que esa persona soy yo, me gustaría indicar que tiene una visión más positiva de lo que la lógica permite en unos segundos deducir. Vivimos en un lugar con una gran cantidad de mierda, y así es, solo tenéis que mirar a vuestro alrededor y cómo funcionan las cosas. ¿Qué no es así? Utilizaré tres grandes motores que el ser humano necesita para la vida. El primero de ellos es el trabajo. Estoy a punto de meterme de lleno en este mundo tan extraño como fantástico. Y la utilización de estos adjetivos se basan en que se enseña que todo se hace bien y siguiendo unas normas. En resumidas cuentas, que la gente es legal y trabaja bien. Pues lamentablemente no es así. Un futuro psicólogo os dice que lo importante no es el currículum, a menos que corresponda al de un genio. Lo importante es la agenda, que conozcas a funalito que es el director, o que tu amigo sea el presidente de una famosa cadena de restaurantes. Es decir, o eres un genio o el amigo del que manda. No todo funciona así, pero me atrevería a decir que la gran mayoría sí. No obstante en un tiempo podré comprobarlo. ¿Nos gusta estudiar y formarnos para trabajar de algo totalmente distinto?

Sobre el amor, cada día me parece más una sátira del propio ser humano. Ver las relaciones de mi alrededor, cuernos, tonteos, pero sobre todo la gran hipocresía que rodea a la mayoría de ellas. Es curioso cómo nos enseñan a hacer cuentas, las capitales de los países o los ríos de Europa. Y gracias a la ciencia las grandes cuentas en mi vida las hará una calculadora. Tal vez tenga suerte y pueda visitar muchas de las capitales que aprendí, siempre que no estén inmersas en un conflicto bélico, y de bañarme en los ríos que estudié. Pero del amor, las relaciones, ligar, polvos, etc., es decir, algo que palpo mucho más y siento y padezco sobre ello, tanto negativa como positivamente, nadie me enseñó nada. Uno de los motores de la vida que se deja al libre albedrío de los mortales. Y así nos va. Que hemos pasado de una relación o pocas durante toda la vida a una vida llena de relaciones. Ligará mucho más una mujer operada del pecho o un psicópata que cualquier príncipe o princesa de Disney. ¿Podemos estar a gusto con esto?

Y un último aspecto es la obtención de poder. A todos nos gusta sentir que controlamos las cosas. Es cierto que generalizo, pero sentirnos importarnes y poder tener acceso al entorno más próximo es algo que nos brinda mucha seguridad. Lamentablemente la ambición lleva  a la obtención de más y más poder hasta que la realidad se distorsiona tanto que hace que la persona más competente parezca una completa ameba. ¿Lo peor? Que este tipo de personas son las que tienen más dinero y más control sobre nuestras vidas. Si el mundo está así es por ellos, hay que señalar a los responsables, y es cierto que todos lo somos. Unos por no hacer nada y otros por hacer mucho más de lo que deberían haber hecho nunca. ¿Nos gusta que las personas que más influyen indirecta y directamente en nuestras vidas sean unos completos ineptos?

En definitiva, cuando digo que no me gusta el mundo me refiero a que me gustaría cambiarlo. No es pesimista en su totalidad. Pienso que si a alguien le gusta esta situación y lo que hemos llegado a crear como seres humanos, siento decir que o su percepción de la realidad está muy contaminada o su CI roza el cero. Está claro que hay cosas maravillosas, y yo soy el primero en reconocerlas y experimentarlas. Pero también hay que denunciar una situación que va de mal en peor y que puede hacer que las cosas que dan sentido a la vida y le bridan ese cáriz que todos disfrutamos vayan poco a poco terminándose. Lo bueno es que el ser humano cambia ante situaciones límites. Sin embargo, por como se están llevando algunas cosas no sé si será mejor el remedio que la enfermedad. Dicen que hay esperanzas para un cambio. Yo creo que lo importante no es la esperanza, sino las personas que pese a todo lo que está sucediendo no perderán ni un ápice de su fuerza para intentar iluminar un nuevo camino por el que seguir. Las personas que nos estimulan, que nos sonríen, que nos hacen sentir bien... Da igual que sea un panadero, un profesor o tu jefe. Aquellos que quieran cambiar y consigan mejorar lo que tienen a su alrededor, esos completos desconocidos para la gran población serán los grandes héroes para aquellas personas que tuvieron la suerte de conocerles. ¿Lo mejor de todo? Qué todos podemos ser uno de ellos.






lunes, 9 de enero de 2012

Sonrisas y Lágrimas

Las sonrisas no tendrían sentido sin la existencia de las lágrimas. Es imposible imaginar un mundo donde todo sea feliz y perfecto. Un mundo en que cada día sólo se experimentara alegría supondría una utopía inalcanzable para cualquier persona. Tal vez por eso la búsqueda de una sociedad perfecta sólo conseguiría crear un grupo de personas totalmente infelices.

Lamentablemente, desde los medios de comunicación muchas veces nos proyectan una imagen totalmente distorsionada de la vida. Ésta parece ser un tránsito de una gran cantidad de experiencias que sólo evocan alegría y placer. Se transmite la idea de que las claves de la vida se basan en obtener un trabajo increíble, una pareja de otro planeta o alcanzar la plena felicidad. Y todo ello sin derramar una sola lágrima. Si miramos a la otra cara de la moneda, si experimentamos tristeza, dolor, lo que te hacen sentir es como si fueras un fracasado más, pero, ¿realmente es tan malo sentirse así?.

En la vida es necesario pasar por todas las emociones. Necesitamos aprender a disfrutar de los triunfos al igual que superar aquellas cosas en las que fracasamos. Hay que aprovechar cuando las cosas salen bien y también saber aquello que nos duele o nos hace sentir cabizbajos. Sin tristeza la alegría no existiría. Por ello, en toda relación de dos personas, en todo trabajo y actividad, y en resumen, en cualquier experiencia que la vida nos brinde experimentaremos un contraste entre momentos positivos y negativos.

Está claro que si todo lo que rodea a una experiencia es negativo dejaremos de chocarnos contra ella. Una especie de balanza determinará cuales serán nuestros gustos, amigos y parejas. Sin embargo, aunque no todo sea positivo no hay que rendirse ante un problema o un fracaso. Hay que sobreponerse ante el miedo que puede causarnos una mala noticia o una discusión con alguien cercano. Casi todo en esta vida tiene solución, y aunque en muchas ocasiones no sea fácil de obtener ni en tiempo ni en esfuerzo no por ello hay que dejar de buscarla.

Hay que disfrutar de todo lo bueno para poder valorar y tener las fuerzas suficientes cuando todo se tiña de un color más oscuro. Muchas personas que han experimentado dolor no salen de ese sufrimiento y hacen de su vida una tortura diaria. Sin embargo, existen otras muchas que a pesar de todo el sufrimiento han conseguido valorarlo todo mucho más y ser realmente felices. Al fin y al cabo, sin la muerte la vida perdería totalmente su sentido.

sábado, 7 de enero de 2012

Sueños

Caminé por todos los lugares del planeta. Surqué los grandes desiertos y crucé los océanos hasta que estos eran incapaces de devorar más tierra. Volé por el cielo atravesando las innumerables formas que mi mente evocaba al contemplar las nubes. No te encontré en ningún lugar del mundo, habías desaparecido, sin dejar rastró…

Intenté recordarte, pero mis recuerdos no son tan nítidos como yo hubiera querido. Cada día que pasaba te estaba perdiendo, poco a poco, tan lentamente que no advertía el peligro que conllevaba hacerlo. Mis recuerdos se llenaban del polvo del olvido. Iba perdiendo los pequeños detalles hasta que ya no quedaba nada que poder extraer de mis pensamientos. No podía fiarme de lo que se encontraba en el interior de mi mente, necesitaba dar fin a mi búsqueda y poder sentir la calidez tu presencia.

La vejez se apoderaba de mí, ya no me dejaba actuar como antes. Las arrugas gobernaban poco a poco cada centímetro de mi piel. Ahora estaba perdido, con la esperanza de que tú me encontraras. Esperando tu llegada suspiro en mis últimas horas en esta vida. Deseo verte antes de mi despedida, poder acariciarte una vez más y aferrarme a esa última sensación antes de abandonarlo todo. Cada latido de mi corazón es una cuenta atrás para el final.

Ya no me quedan fuerzas, mis ojos empiezan a fallarme. Ya no escucho bien, estoy a unos pocos minutos de perderlo todo. ¿Tengo miedo? No es esa la sensación que experimento, me siento solo. La esperanza se apaga a la vez que mis respiraciones resultan más y más lentas. Me cuesta coger aire, algo que he hecho sin problemas durante el resto de mi vida.

Me marcho, sin encontrarte, sin tu mirada, sin poder recordarte. Solo me queda el vacío, la nada, la incertidumbre. Intentar alcanzar mi sueño me ha llevado al final de mi camino. Siempre pienso que morir por un sueño es mejor que vivir sin soñar en nada.