domingo, 9 de septiembre de 2012

Un café y una magdalena

Él empezó la facultad lleno de ilusiones y de sueños por cumplir. Sin embargo, nunca se imaginaría lo que aquel día iba a suceder en su interior. Las manecillas del reloj de la cafetería estaban a punto de señalar las once de la mañana y entonces el tiempo se detuvo completamente. Su estomago se encogió y empezó a notar un aumento de las pulsaciones de su corazón. Nunca le había pasado eso. Jamás había sentido esa sensación. Ella tan solo cruzó una mirada con él mientras se acercaba a la barra para pedir algo. Apenas dos segundos que nunca se le olvidarían.

Todas las mañanas sucedía algo parecido. Él estaba sentado en una silla junto a las mesas del comedor. A veces estaba acompañado de gente de la que finjía interesarse durante unos minutos sobre las palabras que salían de sus bocas. En otros momentos, se encontraba solo con un pequeño periódico que le servía para poder camuflar la vergüenza que le producía su soledad. Pero conforme se acercaban la hora su cuerpo se estremecía. Los latidos de su corazón indicaban la cercanía de los pasos de ella.

Siempre llegaba y hacía lo mismo. Se sentaba en uno de los taburetes junto a la barra y pedía un café y una magdalena. Había días que conversaba con el camarero de una manera agradable. Otros que parecía distante, como si una gran barrera separara todo lo que había a su alrededor. Nunca pudo escuchar su voz pues a esa hora había mucha gente en la cafetería que creaba un muro de sonidos que impedían que él la pudiera conocer mejor.

Los días pasaron sin que el tiempo se detuviera. La lluvia, la caída de las hojas, el frío, las primeras flores, todo cambiaba fuera de aquel lugar pero el chico permanecía inmóvil. El miedo se transformaba en unos grilletes que le ataban a su silla. Era esclavo de sus emociones y de su falta de seguridad. Siempre se lamentaba al no poder acercarse a ella. Era tan guapa que pensaba que le rechazaría, que no pasaría ni un minuto hablando con él.

Terminó el curso y durante el verano no dejó de pensar en la cantidad de oportunidades que había perdido. Por ello, se prometió que el primer día de universidad iría a hablar con ella. Empezaron las clases pero nunca volvió a encontrarla. Había desaparecido de la faz de la facultad. Un día se acercó al camarero y preguntó por ella. El camarero le miró con una sonrisa jugetona pues sabía que a él le gustaba. Ella estaba muy lejos porque había decidido irse a estudiar fuera y difícilmente podría volver allí.

Un café y una magdalena. Eso era lo único que él se atrevió a saber de ella.

Moraleja: A veces hay que atreverse a enfrentarse a las situaciones que plantea la vida, ya que como situaciones pueden acabarse antes de que uno decida actuar frente a ellas.

sábado, 16 de junio de 2012

¿Amor a primera vista?

"Me enamoré nada más verla", "Pasó a mi lado y aparecieron mariposas en mi estómago", "No le conozco de nada pero estoy totalmente enamorada"...

Durante mi corta existencia de no más de 23 años he escuchado en más de una ocasión frases muy parecidas a las anteriores. Quiero dejar claro que voy a expresar mi opinión y no afirmo que sea objetiva ni verdadera. Simplemente es mi manera en la que interpreto mi realidad y más concretamente el amor.

Tenemos cinco sentidos que nos permiten percibir una gran cantidad de sensaciones. Algunas son más fáciles de percibir, por ejemplo el color de una determinada prenda de ropa. Otras parecen más confusas. Un ejemplo de ello pueden ser las sensaciones que nos transmiten los demás. Es curioso que hay personas que sin haber hablado nada con ellas nos transmiten dulzura, confianza, pasión, maldad... No sabemos dar una razón objetiva. Pueden ser sus prendas de vestir, sus gestos, su mirada, su sonrisa o un sin fin de pequeños detalles que nos hacen etiquetar a una persona en una determinada categoría. Y no sólo eso, sino que también esa persona nos puede transmitir una cierta sensación que puede ser positiva, neutra o negativa.

Yo concibo al ser humano como una gran antena capaz de captar una gran infinidad de estímulos. Eso también puede hacer que sintamos una atracción sexual muy fuerte por una persona tan solo con verla una vez. Además, aun teniendo unos gustos físicos puede que aparezca una persona totalmente distinta, o incluso que no nos pueda parecer tan guapa o atractiva como otras persona que conocemos, pero sin embargo parece que la atracción que genera en nuestra mente es algo desorbitado.

Parece ser que son cuestiones químicas. Yo realmente no quiero ser reduccionista y quiero ir más allá. Todos tenemos nuestra forma de pensar y también unas preferencias hacia unas cosas u otras. Muchas de estas preferencias son elementos que no tenemos del todo ni controlados ni presentes. Por eso muchas veces nos llama la atención el sentirnos atraídos hacia alguien muy distinto a nosotros, o que no nos guste una persona que sería ideal según nuestros pensamientos.

Los sentimientos son difíciles de controlar pero sí pueden gestionarse. No podemos evitar que nos guste una persona al igual que es imposible olvidarnos inmediatamente de alguien que nos ha dejado tocados emocionalmente. Podemos ir gestionando esas sensaciones e ir poco a poco cambiando. Si una persona se cruza ante nosotros y hace que empezamos a sentir determinadas sensaciones entonces puede ser que se produzca esa atracción. En ese momento lo único que sabemos es que la otra persona nos hace sentir algo que no logramos a comprender. Pero si nuestra cabeza empieza a generar expectativas y se dedica a idealizar a la otra persona entonces se puede generar un sentimiento de algo más que pura atracción.

Nuestra mente tiene que intentar equilibrar esa sensación extraña y agradable y darla cierto sentido. El modo más fácil de dárselo es hacernos creer que esa persona que nos transmite esas sensaciones es una persona que encajaría perfectamente con nosotros, que podría ser una potencial pareja, etc... Muchas veces puede pasar y darse ese caso, pero otras muchas podemos estar totalmente equivocados. 

Lo que queda claro es que la persona nos atrae y genera una serie de elementos que hace que nos estremezcamos. Pero creo que para enamorarse verdaderamente de algo o alguien hay que conocer profundamente el elemento hacia el que sentimos algo. Yo no creo en el amor a primera vista porque concibo el amor como un sentimiento que se construye en el tiempo. Creo que lo que ocurre es una mezcla de atracción personal junto a expectativas positivas hacia esa persona. Tal vez sea muy complejo pero veo muy simple el enamorarse de una persona de la que no sabes ni como piensa ni como actua.

En conclusión, creo en la atracción a primera vista y muchas veces queda totalmente fuera de nuestras manos. A veces puede ser compartida por la otra persona y otras veces no. Depende de elementos químicos, psicológicos, fisiológicos y otros que escapan a todos tipo de conocimientos que fueran desarrollados anteriormente.

Consejo: Si te enamoraste a primera vista entonces mi recomendación es que te gradúes bien la mente.

domingo, 20 de mayo de 2012

CC (Celos y Cuernos)

¿Eres celoso verdad? ¿Te preocupa que tu pareja esté por ahí de fiesta? ¿Eres inseguro y no te gusta que salga y conozca gente del sexo opuesto? ¿No crees en la amistad entre sexo opuestos?....

Los celos es uno de esos temas que suele aparecer en cualquier relación humana. Es un fenómeno muy curioso ya que su aparición prolongada como su total ausencia pueden convertirse en problemas. Pero, antes de nada, debemos darle una definición a este concepto. Los celos son una mezcla de ideas y emociones que se traducen en un pensamiento de malestar por el que creemos que una persona (amigo, pareja, familiar...) presta más atención a otro elemento que a nosotros. En el caso de hoy, ya que hablamos de amor, se referirían a cuando pensamos que nuestra pareja puede sentirse atraid@ por otra persona, lo que significa que la relación puede romperse en cualquier momento.

Clasificar a las personas bajo la dicotomía celosos o no celosos es un gran error. Todos los adjetivos se miden por grados. Ahora hay que preguntarse qué sería lo normal y hasta qué punto ser celoso podría convertirse en un problema.

Desde mi opinión creo que tener un poco de celos es tan natural como normal. Total ausencia de celos puede indicar confianza extrema pero muchas veces puede mezclarse con la indiferencia. Cuando estás enamorado de alguien o tienes un vínculo muy fuerte con una persona es normal tener cierto temor a que esa relación se acabe. Lo que hay que intentar es no transformar esa inseguridad en una serie de actos que puedan debilitar poco a poco la relación. El control sobre las acciones de tu pareja sólo puede llevar a que ella o él tengan más ganas de enfrentarse a dichas cadenas, y en el caso de los celos la única forma de liberarse es siendo infiel.

El problema es que hoy en día la confianza es muy difícil de conseguir en una relación. Y la fidelidad sólo se consigue en muy pocas relaciones. Hoy en día hay muchas facilidades para caer en las garras de otra persona. Hasta las mejores relaciones se pueden ver mermadas por una noche de fiesta. La pregunta no es porqué somos infieles, la pregunta sería qué nos lleva a ser fieles. Encontrar a una persona fiel es muy complicado en una sociedad donde se ponen todas las facilidades para no serlo. Todo ello se relaciona con que hoy en día prima el modelo de la felicidad personal, y eso implica que en el momento que encontremos algo que nos haga sentir más felices lo que haremos será ir a por ello dejando lo viejo.

Si tu estás en una discoteca, con tus dos copas y empiezas a hablar con alguien atractivo del sexo contrario no estás haciendo nada malo. Si esa persona empieza a tontear contigo tampoco haces nada malo. Puede que la otra persona te halage e intente hacer algo y tu seguirla un poco el juego, no haces nada malo. Puedes sentir que te lanzarias a besar a esa persona pero no lo haces porque tienes pareja asi que no haces nada malo. Tontear es sano y mientras no beses a nadie no hay problema, no haces nada malo. Pero, si vieras a tu pareja haciendo eso, ¿cómo te sentirías?

Muchas veces nos dejamos llevar por el momento y no nos damos cuenta de nuestras acciones. Muchas veces la palabra infidelidad sólo se relaciona con besar o acostarse con alguien. Realmente puede ser más infiel la persona que fantasea con alguien y que está obsesionada con esa persona que la que se lia un día con un desconocido en una discoteca. Todo esto se traduce en que la mayoría de parejas está por miedo a estar solo. Y dichas relaciones se acaban cuando una de las dos personas conoce a alguien que le haga sentir mejor y que le ofrezca otro tipo de cosas.

Nunca hay que dejar que los celos se apoderen de la relación y hay que dar ese espacio de confianza y respeto a la intimidad de la otra persona. Siempre nos pueden engañar pero el control nunca llevará a que la otra persona sea fiel. Quizás es mejor dejar que la otra persona explore y se de cuenta de lo que quiere realmente. O puedes tener una pareja flexible en la que cada uno pueda tener sus aventuras. Hay muchas soluciones para evitar los celos. Los cuernos también se relacionan con que tu pareja esté y se sienta bien contigo, si consigues eso es muy difícil que te veas bajo una situación de infidelidad. ¿Así evitarás los cuernos? Pues probablemente no. Pero si eliges no ponerlos y ser fiel tendrás no sólo la conciencia tranquila, sino la certeza de que realmente apotaste por la otra persona. 

El principal problema es que hoy en día dejamos de apostar por los demás y centramos toda la visón en nosotros mismos. Las personas que valoran y cuidan lo que tienen son realmente a las que debemos entregar nuestras emociones.

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Príncipes azules?

Él la conocía bastante bien. Realmente el adjetivo bien podía quedarse corto. Había compartido con ella numerosas tardes de sonrisas y alegrías. Paseos bajo los rayos del sol y las gotas de lluvia. Muchos cafés en distintos bares, muchas conversaciones... Un universo de pequeñas historias que le hizo descubrir lo que realmente pensaba y sentía sobre cualquier tema de la vida. Él en un principio sólo la veía como una amiga. El cariño rodeaba aquella bonita amistad. Él no era una persona que ligara demasiado, siempre lo dejaba en un segundo plano. Ella tenía mala suerte con los chicos. "Sólo quiero un príncipe azul"... Esa frase se la dijo numerosas veces tanto sonriendo como llorando. "Sólo quiero que me traten bien, estoy cansada de siempre lo mismo". Él no entendía como siempre se equivocaba... estaba todo muy claro. Era el mismo tipo de chico el que le gustaba. Divertido, fanfarrón, con toques de superioridad... pero sobre todo alguien que la veía muy inferior, que para esa persona ella sólo era un clinex con el que divertirse hasta que se desgastara. Cuantas noches tuvo que abandonar el mundo de los sueños para atender a las llamadas de ella.

Cuántas veces puso su hombro y escuchó aquellas experiencias que resultaban tan repetitivas como infantiles. Era una y otra y otra vez lo mismo. Él no lo terminaba de entenderlo. Siempre le decía que tenía que fijarse en otro tipo de chico, que se fijara en cómo le habían ido las cosas. Ella se tranquilizaba y suspiraba. Alguna vez le dijo "Tú si que eres el novio perfecto, ojalá estuviera con algún chico como tú". Él nunca supo cómo interpretar eso. Es cierto que no era la primera ni sería la última chica que le dijese que sería la pareja perfecta, o por lo menos un buen candidato. Pero él estaba solo. Para él era una sensación extraña el estar rodeado de halagos que no se traducían en nada más que en un sinfín de ilusiones y sueños rotos. Cada vez que conocía a una chica se daba cuenta de que era totalmente opuesto a lo que una chica quería. Cada vez que salía de fiesta se daba cuenta de que era el último de sus amigos que se quedaba sin ligar, o incluso el único que no lo hacía. Todo el mundo señalaba que era una buena persona, que era buen partido y que físicamente no era para nada feo.

"¿Qué me pasa?" se preguntaba él una y otra vez sin poder dormir. "¿Por qué si tengo tantas cosas buenas no gusto a nadie? ¿Por qué los chicos que tratan fatal a las chicas acaban rodeados de ellas?" Sus dudas se fueron desvaneciendo con el paso del tiempo. Poco a poco se dio cuenta como funcionaba la sexualidad de la mujer. Se dio cuenta de que el gran error era utilizar lo que él pensaba que le haría sentir feliz a una mujer. Tratarla bien, apoyarla, escucharla... todo eso eran cosas que realmente hacen sentir feliz a una mujer sí, pero también consiguen que te vean tan varonil como a un bebé. Había pocas posibilidades de gustar a una mujer si las trataba de manera natural. La gran mayoría le veía como un buen amigo, un apoyo, o como mucho una almohada a la que abrazar antes de dormir. Mientras tanto veía a los chicos que se llevaban a las chicas que le interesaban. Todos eran iguales. Sólo se encargaban de bajar el autoestima de ellas, de vacilarlas, zarandearlas emocionalmente y por arte de magia ellas se desvivían una y otra vez por aquellos maltratadores emocionales. "Sé que no es el mejor chico del mundo... Sé que es un cabrón... Pero es que me da muchísimo morbo" "Seguro que conmigo será distinto"...

Él empezó a relacionarse con otro tipo de chicas. Chicas que lo habían pasado mal y que estaban cansadas de malas experiencias. Chicas llenas de inseguridades, de problemas psicológicos y que exigían a su nueva pareja diez veces más que a cualquier experiencia anterior. Pero ellas se engañaban a sí mismas. Seguían sintiendo esa extraña atracción hacía el mismo patrón de chico. Sin embargo, se resignaban a volver con ellos debido a todo el dolor y sufrimiento que padecieron. No era un cambio, era una resignación. Él tenía ante sí un gran problema, una persona destrozada que estaría con él por conformismo. Y lo peor de todo es que en cualquier momento podría escapar hacia lo que siempre le había gustado.

Él pensó y pensó. Viajó, conoció, maduró y llegó al punto de darse cuenta de que su forma de ser era así. Podría modificarla para ligar. Podría modificarla para acostarse con cualquier chica, pero era incapaz de hacerle daño o de desestabilizar a una chica que quería. Llegó a la conclusión de que lo que él entendía como amor era eso: estabilidad y cariño. Muchas veces la gente confunde la estabilidad con la monotonía. Es un grave error porque son elementos que pueden ser totalmente contrarios. Un ejemplo es una buena amistad. Dicen que los amigos duran toda la vida, y nadie quiere tener a uno sin saber realmente lo que siente o hace por él. Por eso él decidió no cambiar. Él era así y seguiría conociendo chicas y teniendo experiencias. Sabía como muchas de ellas finalmente se irían hacia otras fronteras. Sabía que muy pocas podrían valorar y buscar realmente lo que él quería. Sin embargo, cuando llegara sería eternamente feliz. ¿La diferencia? La verdadera felicidad es aquella que reside en la estabilidad. Todas las chicas que conocía que estaban con chicos que las desestabilizaban emocionalmente no eran felices. Se sentían muy atraidas y su vida era un verdadero descontrol de lágrimas, sonrisas y orgasmos. ¿Podían ser  felices ante ese estado de sumisión? La respuesta era un rotundo no.

Cuando él finalmente encontró a ella pudo disfrutar de todo lo que no pudo hacer anteriormente. Tuvo tantos orgasmos y experiencias sexuales como el más famoso de los actores pornográficos. Disfrutó de cada instante, de cada segundo, de cada atardecer... Envejeció y finalmente murió junto a alguien que le quería y que le valoraba desde el primer minuto.Sin embargo, el resto de chicas que conoció vivieron sus relaciones entre cuernos y miserias y envejecieron bajo la tristeza y resignación.

Moraleja: Las reglas del amor no funcionan bajo ninguna lógica pero la única manera de ser verdaderamente feliz en este campo es encontrar a alguien que le ponga lógica al amor.

domingo, 29 de abril de 2012

Aunque lamento que todavía no estemos del todo preparados

El tiempo pasa y avanza y todo se torna de un tono tan negro como el carbón. No estamos atravesando un buen momento o eso se encargan de recordarnos todos los canales de televisión y medios de comunicación. Cada día parece que el objetivo es eliminar cualquier rastro de esperanza, cualquier atisbo de ilusión en las vidas de las personas que empleamos un tiempo en informarnos de cómo va todo. ¿Qué ocurre?, ¿Qué podemos hacer?... Nos encontramos sólos y perdidos sobre un precipicio en el que poco a poco una mano invisible nos va empujando hasta que caigamos sobre los abismos del vacío...

Si vemos la historia del ser humano podemos aprender mucho de nuestros aciertos y nuestros errores. El problema está en que hoy en día, bueno realmente una parte del problema, se basa en que las personas que tienen ese rol de cambiar las cosas (políticos, sindicatos, figuras importantes...) no están para nada comprometidos por su causa. ¿Por qué? Por el poder. El actual modelo que tenemos se basa en un modelo jerárquico donde el poder es lo más importante. ¿Nunca te preguntaste porqué muchos de los políticos de más alto nivel son unos verdaderos incompetentes? ¿Porqué ese cargo no está desempeñado por verdaderos expertos en la materia?... La respuesta es sencilla. Si quieres tener el poder debes rodearte de personas que nunca quieran quitártelo. A mi se me ocurren dos tipos de personas, o verdaderos amigos o completos idiotas y sumisos.

Y tal vez no nos demos cuenta de que el problema no se podrá solucionar en sus manos. Sólo será la unión de las nuestras lo que pueda conseguir arreglar las cosas. Lamentablemente nos han educado para no revelarnos, para dejar guiarnos por cualquier lider, aunque el gran objetivo de la educación y aunque parezca una gran contradicción ha sido para no pensar. No sabemos encontrar una respuesta y un modo de actuación. Ahora tenemos muchos medios de estar comunicados: redes sociales, televisión...; Sin embargo, no parece que tengamos clara la idea de qué hacer. Es más fácil guiar a un rebaño de ovejas dóciles y que no tengan ideas de como mejorar su vida aunque sea monótona y aburrida que a un rebaño de lobos que esté deseando liberarse de sus cadenas para vivir una vida mejor.¿Debemos actuar con violencia? La respuesta también es negativa. La violencia desacredita cualquier tipo de razonamiento o idea. La violencia es una imposición y es utilizada cuando nada más puede llevarse acabo. Espero que no acaben así los acontecimientos...

Pensemos. Se organiza un día de huelga general, pero porqué no se cambia ese día y se intenta ayudar a las personas que estén paradas. Se podría organizar recolectas comunes, donaciones de muebles, comida ,medicamentos... sería mucho más útil que salir a la calle y protestar a una serie de personas que no cambiarán nada. Da igual el color de su partido, da igual el lado político en el que se encuentren, ellos no harán nada. Sólo podemos ayudarnos entre nosotros, pero tampoco nos han enseñado a ello. Solo ayudamos a los más cercanos, a amigos, familiares, parejas, pero a veces ni eso. Hemos crecido en un modelo en el que prima la felicidad individual y nos hemos olvidado que la mejor felicidad es aquella que se puede compartir.

¿Qué ocurrirá? Tal vez sean momentos de cambio y esto tenga que hacer que nos replanteemos una vez más nuestra existencia. Y no en manos de Dioses ni de otros seres que nunca aparecerán en nuestra realidad. Debemos pensar en qué hicimos para llegar aquí, en todo lo bueno y lo malo... Debemos de tratar de cambiar las cosas y crear una nueva situación. Somos expertos en eso, en el cambio, en la creación de ideas... Y por ello tal vez deba ser el momento de dar un giro radical a nuestra manera de entender el liderazgo y la organización social, la ayuda, la generosidad... Aunque lamento que todavía no estemos del todo preparados.

domingo, 22 de abril de 2012

Día a Día

Me levanto cada mañana entre los sueños y las sábanas. Al principio cuesta abrir los ojos, pero poco a poco se van adaptando a la realidad. La primera sonrisa del día se pierde entre los cereales del desayuno. Después una ducha cálida para relajar el cuerpo. Caminar y disfrutar de los primeros rayos de sol. La ciudad se cuela por todos mis sentidos. Los sonidos de los coches y la gente por mis oídos. Los edificios y árboles por mis ojos. El chicle que saboreo entre mis dientes estimula mi gusto. Cada día es el mismo camino y cada día es aun más bello. Un nuevo detalle, una nueva persona, un cruce de miradas, una nube en el cielo... Una ciudad puede ser tan impresionante como un buen cuadro, por muchas veces que la mires nunca te cansarás de contemplarla. Intento disfrutar de cada momento, de cada instante. Conseguir que los demás sonrían y que los demás me hagan sonreír. Una comida, un trabajo, una conversación, todo puede ser tan rico como uno quiera. La rutina se puede romper utilizando la creatividad. Las mismas personas no es algo aburrido pues cada una de ellas supone un universo tan basto y grande de conocer que ni en diez vidas podrías recorrerlo plenamente. El cielo cambia y la luz del sol da paso al brillo de las farolas. La luna lo observa todo desde las alturas. La vuelta al hogar se realiza junto al cansancio del día. Espera una cena en casa junto a las personas que probablemente más quieras. Preguntas qué tal ha ido el día y compartes los momentos más importantes con ellos. Un vaso de leche caliente, un libro o una serie. Y la vuelta al lugar donde lo empezaste. La vuelta al mundo de los sueños, las ilusiones y las fantasías. Pero te olvidaste de algo, lo mejor de todo: mañana podrás volver a disfrutar aun más de lo todo lo que ayer hiciste.

domingo, 19 de febrero de 2012

Carta de Madrugada

Para ti

Sé que me estás leyendo. Lo sé porque pese a todo lo que acontecía a tu alrededor decidiste detenerte ante estas palabras. Ninguna riqueza podrá pagar los segundos que has pasado moviendo tus pupilas de izquierda a derecha mientras en tu mente sonaba el eco de tu voz. Por eso escribí esto. Tal vez hoy no es el mejor momento para que me escuches. Puede que no te encuentres en el rincón más cómodo para saborear este mensaje. Eso no importa. Si llegaste hasta aquí ha sido debido a un conjunto de elementos que no controlaste. ¿Destino?, ¿Azar?, ¿Voluntad?... Creo que la respuesta a esas incógnitas no tiene sentido aquí. Últimamente me pregunto por una gran cantidad de cuestiones. Dudas que puede que compartamos ahora o en otro lapso de tiempo. Tal vez en el pasado o tal vez en el futuro. Dudas respecto a uno mismo, sobre lo que podemos o no conseguir. ¿Podemos cumplir con las expectativas de los demás?, ¿Somos capaces de superarnos?, ¿Podemos vencer nuestras inseguridades?... Si no compartiste estas dudas conmigo puede que todo esto sea una burla para ti. Sin embargo, no creo que sea tu caso.

Seguro que habrás tenido un momento de flaqueza en el que te precipitaste sobre los abismos de la tristeza. Lo sé. Puede que fueras fuerte y no derramaras ninguna lágrima. Quizás nadie se enteró y fue tu sonrisa el mejor disfraz para que  nadie pudiera alcanzar tus verdaderos sentimientos. No pienso reprocharte eso, ni pienso hacerlo si te vuelve a pasar. Es lo más natural del mundo. Hasta las personas más duras que la tierra ha conocido se vieron alguna vez inundadas por sus propias lágrimas. ¿Crees ser débil por eso?. Yo creo que no lo eres.

Es solo un paso dentro de un conflicto. Cuando te sientes así crees que no vas a poder salir adelante. Sin embargo, un montón de engranajes se están moviendo en tu interior buscando otra solución. Ahora es cuándo tienes que ser fuerte. Prepárate para lo que en el interior de ti va a suceder. ¿Te acuerdas cuándo eras pequeño y te crecían los dientes?, ¿Te acuerdas cuándo aumentabas de estatura?... Sentías dolor físico pero el cambio era necesario. Ahora, o cuando sentiste o sientas este dolor, significa que es la oportunidad para ser algo mejor, para crecer, para madurar. No te desanimes y sigue luchando. Intenta reír, alegrarte, aprender de todo lo que ha pasado y parar la caída en picado. Te costará. Te dolerá. Pero si eres capaz de soportar todo este incordio, te aseguro, a ti, que serás mucho mejor de lo que antes eras. Te verás mejor y estarás más preparado para superar el futuro. Pues el poder que está en tu interior es inimaginable y si alguien te hace dudar de tu capacidad es porque esa persona desconoce hasta lo que él  mismo es capaz de hacer.

Gracias por pararte aquí. Te animo a que sigas luchando por tu felicidad, nunca te canses de hacerlo. Confia en ti y en tus posibilidades, pues son tantas y tan ricas que por eso el universo reservó una vida para ti.