lunes, 9 de enero de 2012

Sonrisas y Lágrimas

Las sonrisas no tendrían sentido sin la existencia de las lágrimas. Es imposible imaginar un mundo donde todo sea feliz y perfecto. Un mundo en que cada día sólo se experimentara alegría supondría una utopía inalcanzable para cualquier persona. Tal vez por eso la búsqueda de una sociedad perfecta sólo conseguiría crear un grupo de personas totalmente infelices.

Lamentablemente, desde los medios de comunicación muchas veces nos proyectan una imagen totalmente distorsionada de la vida. Ésta parece ser un tránsito de una gran cantidad de experiencias que sólo evocan alegría y placer. Se transmite la idea de que las claves de la vida se basan en obtener un trabajo increíble, una pareja de otro planeta o alcanzar la plena felicidad. Y todo ello sin derramar una sola lágrima. Si miramos a la otra cara de la moneda, si experimentamos tristeza, dolor, lo que te hacen sentir es como si fueras un fracasado más, pero, ¿realmente es tan malo sentirse así?.

En la vida es necesario pasar por todas las emociones. Necesitamos aprender a disfrutar de los triunfos al igual que superar aquellas cosas en las que fracasamos. Hay que aprovechar cuando las cosas salen bien y también saber aquello que nos duele o nos hace sentir cabizbajos. Sin tristeza la alegría no existiría. Por ello, en toda relación de dos personas, en todo trabajo y actividad, y en resumen, en cualquier experiencia que la vida nos brinde experimentaremos un contraste entre momentos positivos y negativos.

Está claro que si todo lo que rodea a una experiencia es negativo dejaremos de chocarnos contra ella. Una especie de balanza determinará cuales serán nuestros gustos, amigos y parejas. Sin embargo, aunque no todo sea positivo no hay que rendirse ante un problema o un fracaso. Hay que sobreponerse ante el miedo que puede causarnos una mala noticia o una discusión con alguien cercano. Casi todo en esta vida tiene solución, y aunque en muchas ocasiones no sea fácil de obtener ni en tiempo ni en esfuerzo no por ello hay que dejar de buscarla.

Hay que disfrutar de todo lo bueno para poder valorar y tener las fuerzas suficientes cuando todo se tiña de un color más oscuro. Muchas personas que han experimentado dolor no salen de ese sufrimiento y hacen de su vida una tortura diaria. Sin embargo, existen otras muchas que a pesar de todo el sufrimiento han conseguido valorarlo todo mucho más y ser realmente felices. Al fin y al cabo, sin la muerte la vida perdería totalmente su sentido.

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