domingo, 20 de mayo de 2012

CC (Celos y Cuernos)

¿Eres celoso verdad? ¿Te preocupa que tu pareja esté por ahí de fiesta? ¿Eres inseguro y no te gusta que salga y conozca gente del sexo opuesto? ¿No crees en la amistad entre sexo opuestos?....

Los celos es uno de esos temas que suele aparecer en cualquier relación humana. Es un fenómeno muy curioso ya que su aparición prolongada como su total ausencia pueden convertirse en problemas. Pero, antes de nada, debemos darle una definición a este concepto. Los celos son una mezcla de ideas y emociones que se traducen en un pensamiento de malestar por el que creemos que una persona (amigo, pareja, familiar...) presta más atención a otro elemento que a nosotros. En el caso de hoy, ya que hablamos de amor, se referirían a cuando pensamos que nuestra pareja puede sentirse atraid@ por otra persona, lo que significa que la relación puede romperse en cualquier momento.

Clasificar a las personas bajo la dicotomía celosos o no celosos es un gran error. Todos los adjetivos se miden por grados. Ahora hay que preguntarse qué sería lo normal y hasta qué punto ser celoso podría convertirse en un problema.

Desde mi opinión creo que tener un poco de celos es tan natural como normal. Total ausencia de celos puede indicar confianza extrema pero muchas veces puede mezclarse con la indiferencia. Cuando estás enamorado de alguien o tienes un vínculo muy fuerte con una persona es normal tener cierto temor a que esa relación se acabe. Lo que hay que intentar es no transformar esa inseguridad en una serie de actos que puedan debilitar poco a poco la relación. El control sobre las acciones de tu pareja sólo puede llevar a que ella o él tengan más ganas de enfrentarse a dichas cadenas, y en el caso de los celos la única forma de liberarse es siendo infiel.

El problema es que hoy en día la confianza es muy difícil de conseguir en una relación. Y la fidelidad sólo se consigue en muy pocas relaciones. Hoy en día hay muchas facilidades para caer en las garras de otra persona. Hasta las mejores relaciones se pueden ver mermadas por una noche de fiesta. La pregunta no es porqué somos infieles, la pregunta sería qué nos lleva a ser fieles. Encontrar a una persona fiel es muy complicado en una sociedad donde se ponen todas las facilidades para no serlo. Todo ello se relaciona con que hoy en día prima el modelo de la felicidad personal, y eso implica que en el momento que encontremos algo que nos haga sentir más felices lo que haremos será ir a por ello dejando lo viejo.

Si tu estás en una discoteca, con tus dos copas y empiezas a hablar con alguien atractivo del sexo contrario no estás haciendo nada malo. Si esa persona empieza a tontear contigo tampoco haces nada malo. Puede que la otra persona te halage e intente hacer algo y tu seguirla un poco el juego, no haces nada malo. Puedes sentir que te lanzarias a besar a esa persona pero no lo haces porque tienes pareja asi que no haces nada malo. Tontear es sano y mientras no beses a nadie no hay problema, no haces nada malo. Pero, si vieras a tu pareja haciendo eso, ¿cómo te sentirías?

Muchas veces nos dejamos llevar por el momento y no nos damos cuenta de nuestras acciones. Muchas veces la palabra infidelidad sólo se relaciona con besar o acostarse con alguien. Realmente puede ser más infiel la persona que fantasea con alguien y que está obsesionada con esa persona que la que se lia un día con un desconocido en una discoteca. Todo esto se traduce en que la mayoría de parejas está por miedo a estar solo. Y dichas relaciones se acaban cuando una de las dos personas conoce a alguien que le haga sentir mejor y que le ofrezca otro tipo de cosas.

Nunca hay que dejar que los celos se apoderen de la relación y hay que dar ese espacio de confianza y respeto a la intimidad de la otra persona. Siempre nos pueden engañar pero el control nunca llevará a que la otra persona sea fiel. Quizás es mejor dejar que la otra persona explore y se de cuenta de lo que quiere realmente. O puedes tener una pareja flexible en la que cada uno pueda tener sus aventuras. Hay muchas soluciones para evitar los celos. Los cuernos también se relacionan con que tu pareja esté y se sienta bien contigo, si consigues eso es muy difícil que te veas bajo una situación de infidelidad. ¿Así evitarás los cuernos? Pues probablemente no. Pero si eliges no ponerlos y ser fiel tendrás no sólo la conciencia tranquila, sino la certeza de que realmente apotaste por la otra persona. 

El principal problema es que hoy en día dejamos de apostar por los demás y centramos toda la visón en nosotros mismos. Las personas que valoran y cuidan lo que tienen son realmente a las que debemos entregar nuestras emociones.

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